fABÍAN TERUEL
![Imagen](/uploads/1/5/2/6/15269362/9174164.jpg)
NO LO VI LLEGAR. FUE UN SEGUNDO... .COMO SI EL MAR SE TRAGARA LA TIERRA.
Fabián teruel es uno de los supervivientes españoles, tiene 27 años y vive desde 4 años en Khao Lak.
Estaba hablando con un compañero de trabajo por teléfono y la casa se derrumbó. El agua me llevó hacia fuera.
Todo estaba inundado a mi alrededor. No se veían casas. Y empecé a darme golpes con cosas que estaban flotando. El agua me arrastraba hacia dentro y yo trataba de no ahogarme... .
Mientra estabamos escuchando su relato por teléfono, se estaba recuperando de una operación en la rodilla en la habitación de una hospital de bangkok, pensando en la negríssima agua engulléndoselo, en ramas y cacharros golpeándole el cuerpo, en aguas furiosas arratrándole 600 metros tierra adentro.Me conseguí agarrar a una palmera al lado de una casa de piedra, me agarré fuerte y vi que dos chicas tailandesas estaban a un lado. La casa paraba el agua y allí logre descansar un poco.
"Daba vueltas por todos lados"
Después de unos cien metros de lucha, me cruzé con una palmera. Traté de subir hacia arriba ayudándome de lo que había flotando.Estuve así 5 minutos, pero me hacía mucho daño. Para entonces ya no tenía zapatillas y toda su ropa estaba rasgada.
Fueron los peores momentos" iba dando vueltas por todos lados", hasta que apareció otra palmera, la de la casa, donde casualmente estaba Thomas, un antiguo empleado de su escuela, que le ofreció la mano y le ayudó a entrar a la primera planta.
Dentro de la casa había como 30 centímetros de agua, salimos de la casa y yo tenía varios cortes y magalladuras. Un policía les avisó de que se adentraran en el interior ante el temor de una nueva ola. Llegarón a una autopista y asegura que lo que allí vio no se le olvidara en su
vida. Era como un campo de guerra. Todo estaba derumbado, había coches dentro y encima de las casas, decenas de muertos unos encima de otros e incluso se podía ver un buque de la policía.
Fabián teruel es uno de los supervivientes españoles, tiene 27 años y vive desde 4 años en Khao Lak.
Estaba hablando con un compañero de trabajo por teléfono y la casa se derrumbó. El agua me llevó hacia fuera.
Todo estaba inundado a mi alrededor. No se veían casas. Y empecé a darme golpes con cosas que estaban flotando. El agua me arrastraba hacia dentro y yo trataba de no ahogarme... .
Mientra estabamos escuchando su relato por teléfono, se estaba recuperando de una operación en la rodilla en la habitación de una hospital de bangkok, pensando en la negríssima agua engulléndoselo, en ramas y cacharros golpeándole el cuerpo, en aguas furiosas arratrándole 600 metros tierra adentro.Me conseguí agarrar a una palmera al lado de una casa de piedra, me agarré fuerte y vi que dos chicas tailandesas estaban a un lado. La casa paraba el agua y allí logre descansar un poco.
"Daba vueltas por todos lados"
Después de unos cien metros de lucha, me cruzé con una palmera. Traté de subir hacia arriba ayudándome de lo que había flotando.Estuve así 5 minutos, pero me hacía mucho daño. Para entonces ya no tenía zapatillas y toda su ropa estaba rasgada.
Fueron los peores momentos" iba dando vueltas por todos lados", hasta que apareció otra palmera, la de la casa, donde casualmente estaba Thomas, un antiguo empleado de su escuela, que le ofreció la mano y le ayudó a entrar a la primera planta.
Dentro de la casa había como 30 centímetros de agua, salimos de la casa y yo tenía varios cortes y magalladuras. Un policía les avisó de que se adentraran en el interior ante el temor de una nueva ola. Llegarón a una autopista y asegura que lo que allí vio no se le olvidara en su
vida. Era como un campo de guerra. Todo estaba derumbado, había coches dentro y encima de las casas, decenas de muertos unos encima de otros e incluso se podía ver un buque de la policía.
Zahrul Fuadi
Zahrul Fuadi es uno de los supervivientes indonesios, tiene 39 años, se encontraba en Sendai cuando ocurrió el tsunami, el esperaba que lo repatrien en un centro de evacuación en Tokio.
"Tengo la sensación de que a mi familia y a mí nos persiguen los tsunamis, desde Aceh a Japón.
El explicó que en el 2004 escapó de desastre en Indonesia en una motocicleta "conduciendo tan rápido como podía"mientras que las olas gigantes destruían su casa en la provincia de Aceh, en el oeste del país y mataban a varios de sus familiares y amigos.
Un año despúes consiguió una beca para terminar su doctorado en ingeniería en una universidad nipona y emigró allí.
"He vivido en Japón durante seis años y había planeado volver a Aceh". A pesar de todo lo que ocurrió, mi familia y yo tenemos mucho por lo que agradecer a Dios.
Hemos sobrevivido a dos de los mayores desastres naturales de la historia.
"Tengo la sensación de que a mi familia y a mí nos persiguen los tsunamis, desde Aceh a Japón.
El explicó que en el 2004 escapó de desastre en Indonesia en una motocicleta "conduciendo tan rápido como podía"mientras que las olas gigantes destruían su casa en la provincia de Aceh, en el oeste del país y mataban a varios de sus familiares y amigos.
Un año despúes consiguió una beca para terminar su doctorado en ingeniería en una universidad nipona y emigró allí.
"He vivido en Japón durante seis años y había planeado volver a Aceh". A pesar de todo lo que ocurrió, mi familia y yo tenemos mucho por lo que agradecer a Dios.
Hemos sobrevivido a dos de los mayores desastres naturales de la historia.
Hiromitsu Shinkawa
Hiromitsu Shinkawa, tiene 60 años, vio el tsunami aproximarse y corrió hacia su casa para recoger sus pertenencias Antes de darse cuenta de lo que pasaba, su había sido destruida y el fue arrastrado hacia el mar en lo que había sido el techo de su hogar. " Ningún helicóptero, ni ningún barco pasó cerca de mí. Pensé que cada día iba a ser el último de mi vida" dijo Shinkawa tras haber sido rescatado. Después de dos días un barco le descubrió agitando una bandera roja que el mismo había construido. Al subir al barco, bebió un vaso de agua y comenzó a llorar. Su mujer todavía está desparecida.
Harumi Watanabe
Cuando se produjo el tsunami cerré mi tienda en Shitona, una ciudad en ruinas en aquellos momentos y se dirigió a casa de su ancianos padres. "No hubo tiempo para salvarlos". "Eran muy mayores y muy débiles para andar, así que no pude llegar a tiempo. Ella se encontraba junto a a sus padres en el interior de la casa de sus padres cuando el tsunami golpeó. Agarrados de la mano, las olas los separaron.
La última vez que los vio gritaban: "No puedo respirar". Watanabe apenas sobrevivió. Me subí a los muebles con
el agua que me llegaba al cuello. Había muy poco espacio para respirar." Pensé que iba a morir".
La última vez que los vio gritaban: "No puedo respirar". Watanabe apenas sobrevivió. Me subí a los muebles con
el agua que me llegaba al cuello. Había muy poco espacio para respirar." Pensé que iba a morir".
AYUMI OSUGA
" ¡Sal de ahí, ahora mismo! ese fue el grito que escuchó Ayumi Osuga de su esposo que estaba fuera de la casa, mientras ella y sus tres hijos pequeños, de entre 2 i 6 años jugaban origami en la habitación. Osuga salió corriendo a encontrarse con su esposo, monto a sus hijos en el coche y salió a toda velocidad hacia una montaña, donde su familia tiene una casa. "Me doy cuenta de lo que verdaderamente hay importante en la vida". En la casa de al lado, los rescatadores encontraron el cadáver de su vecino, muerto en posición fetal en los bajos de una escalera.